Marco Rivera
A
pesar del caos que tres mil personas padecieron para llegar al Domo de la Feria
debido a las inundaciones del sábado en la ciudad, Napoleón y su público se
“conectaron” y desde la primera canción de la noche: “Ella se llamaba Martha”,
quedarían atrás los encharcamientos, lluvia torrencial y caos vehicular.
El
cantante dejó el alma en el escenario para compensar las molestias y retrasos.
Y lo logró pues no sólo repasó sus más grandes éxitos, también estuvo muy
platicador y hasta bromista. “Gracias
a todos por estar aquí, una disculpa por el retraso pero no podíamos salir
porque estaba inundado y no podíamos pasar. Pero ya estamos aquí y vamos a
disfrutar”, dijo a manera de bienvenida.
Entre
canción y canción, el hidrocálido contaba anécdotas, exaltaba la belleza de la
mujer y agradecía el apoyo que el público guanajuantense siempre le ha
brindado. Temas
como “Celos”, “Pajarillo”, “30 años”, “Deja” y “Hombre” fueron cantadas por la
gente con todo el sentimiento del mundo. No faltó quien estuviera pegado al
celular para mandarle a esa persona especial todos los pormenores del show o
quienes de plano se colocaron al frente de la valla para tomar fotografías.
Una
de las sorpresas de la noche fue la participación del hijo de Napoleón, José
María, quien interpretó un tema a dueto con su padre y una él en solitario, que
fue “Cielo”, de Benny. La
noche continuó entre brindis, historias personales del “Poeta de la canción”,
ovaciones, gritos de “¡Te amo!” y más éxitos que incluyeron un homenaje a José
José con “Lo que no fue no será”.
Por
supuesto dos de las canciones más esperadas y cantadas de la noche fueron
“Eres” y “Vive”, precisamente con la que cerró su concierto tras una salida en
falso, a la 1 de la mañana. Antes
de despedirse, Napoleón –cuya voz sigue muy bien conservada- agradeció
nuevamente al público y se abrazó con todos sus músicos para una fotografía.
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