Muy pocas similitudes pueden encontrarse entre nuestra bella, pero no-primer-mundista ciudad y la capital y ciudad más importante de los Países Bajos. Acá no hay canales, distrito rojo, un equipo cuatro veces campeón de Champions ni mucho menos tenemos coffee shops con marihuana legal para venta. Más allá de eso, hay algo que sí tienen en común: son ciudades bicicleteras. Me sorprendí cuando supe que en Amsterdam existen más bicis que personas. Dato curioso, pero nada descabellado si tomamos en cuenta que es una ciudad diseñada para moverse en su amplia y desarrollada red de ciclovías y que desde hace mucho tiempo resulta más conveniente transportarse a dos ruedas que en cuatro; basta con saber que el tiempo promedio para recorrer la capital holandesa de norte a sur es de una hora en automóvil y...sorpréndanse con lo siguiente: ¡Sólo la mitad en bicicleta!
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